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Buda Sakyamuni

    Nació en el norte de la India (actual Nepal) como un príncipe a quien le dieron el nombre de Siddhartha Gautama.

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    A los 29 años se encontró con escenas que provocaron un cambio decisivo en el rumbo de su vida. El sufrimiento por causa del envejecimiento, por la enfermedad y por la muerte, le mostraron la naturaleza inexorable de la vida, y el dolor universal de la humanidad.

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   Dejó su familia y sus riquezas en búsqueda de la verdad y la paz eterna. Su búsqueda de la verdad fue más por compasión por el sufrimiento de los demás, que por cualquier dolor personal que nunca había tenido ocasión de experimentar.

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   Luego de seis años de prácticas, mientras estaba meditando sentado bajo el árbol bodhi, de pronto experimentó un extraordinario arrebato de sabiduría, comprendiendo la verdad fundamental del universo y logrando una profunda comprensión de los caminos de la vida humana.

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  El Budismo llama a esta comprensión: Iluminación.

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  A partir de entonces se le llama Buda Sakyamuni (Sakyamuni significa el sabio del clan Sakya). Buda se traduce como "Quien está completamente despierto e iluminado".

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 El Buda no era un dios. Fue un ser humano que alcanzó la iluminación a través de su propia práctica.

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   A fin de compartir los beneficios que obtuvo del despertar, el Buda viajó con sus discípulos por toda la India, enseñando y difundiendo sus principios a las personas durante cuarenta y cinco años, hasta su muerte a la edad de ochenta años.

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   El Buda era la personificación misma de todas las virtudes que enseñaba, llevando sus palabras a la acción. El Buda formó una de las primeras órdenes monásticas del mundo, conocida como la Sangha. Sus seguidores provenían de todos los estratos sociales y se les enseñaba a crecer espiritualmente de acuerdo con su aptitud para el aprendizaje.

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   El Buda no exigió fe ciega, sino que, por el contrario, adoptó el principio de “ven y experimenta por ti mismo”, con el que atrajo los corazones de millones de personas. Su camino era el de la autoconfianza, que exigía un esfuerzo personal inquebrantable.

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   Luego de la muerte del Buda Sakyamuni, se realizó el Primer Concilio Budista en Rajagcha, al que asistieron quinientos monjes, con el fin de recopilar y organizar las enseñanzas del Buda (conocidas como el Dharma). Este se convirtió en la única guía y fuente de inspiración para la Sangha. Los discursos que forman parte de él son llamados sutras.

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